El ítalo-suizo Gianni Infantino, dirigente de la UEFA, fue elegido presidente de la FIFA en el Congreso Extraordinario llevado a cabo en Zúrich. El candidato europeo ganó la votación en la segunda vuelta, donde superó la «mayoría simple» al alcanzar los 115 votos, ya que el ganador necesitaba 104.
«Me faltan las palabras para manifestar mis emociones. Vamos a restaurar la imagen de la FIFA. Tenemos que sentirnos orgullosos de la FIFA, orgullosos de lo que haremos todos juntos», fueron las primeras palabras de flamante mandatario, quien cortó con 17 años de Joseph Blatter en la presidencia de la federación.
Los comicios comenzaron luego del discurso de los cinco candidatos y minutos después de que el sudafricano Tokyo Sexwale suspendiera su postulación. Tras un largo discurso, anunció que dejaba el camino libre para los otros cuatro candidatos: Infantino, el jeque Salman al Khalifa, el francés Jerome Champagne y el príncipe Ali bin al Hussein.
En la primera vuelta, el secretario general de la UEFA sacó 88 votos, el jeque bahreiní consiguió 85, elprincipe Alí sumó 27 y Champagne sólo siete votos. Como ninguno alcanzó los dos tercios necesarios(138 votos), se pasó a la segunda vuelta.
El FIFPro, la unión global de jugadores de fútbol, expresó su rechazo a la elección realizada esta tarde, que consagró a Gianni Infantino como nuevo titular de la FIFA:
«FIFPro ve con desaprobación la elección que ha tenido lugar en la FIFA, y que deja al nuevo Presidente, Gianni Infantino, con independencia de cuáles sean sus méritos o fracasos, afianzado en una cultura y estructura de gobernanza abierta a prácticas corruptas», reza un comunicado emitido por la entidad.
A pesar del paquete de reformas que la FIFA aprobó hoy, FIFPro teme que el problema radica en «dejar un mayor poder» en manos de «las 209 federaciones miembro que la integran», dijo.
«Estas organizaciones miembro de la FIFA no son representativas del deporte y, a pesar de ello, ejercen una enorme influencia en cuestiones que afectan a partes interesadas clave como son los futbolistas, los aficionados, los clubes y las ligas», indicó.
«El sistema de gobernanza de la FIFA se ha basado en favorecer el trueque e incentivos financieros, por no mencionar la obstrucción de la supervisión externa por parte de los gobiernos y de las partes interesadas clave de este deporte. Los futbolistas, al igual que los clubes, las ligas y los aficionados, fueron ignorados en la última reforma, y la revisión de la gobernanza que tiene lugar hoy no bastará para abordar las deficiencias de gobernanza inherentes a la FIFA», cuestionó.
El texto también señala que «FIFPro muestra especial preocupación por los 65.000 futbolistas profesionales de ambos sexos a quienes representa, pues como resultado de la estructura de monopolio de la FIFA sus derechos suelen ser abiertamente ignorados e incluso quebrantados.