El juez, Carlos Alberto Besi, condenó a Iñaki Erneta a dos años y seis meses de prisión efectiva por ser autor de tres robos en Santa Rosa. Además se resistió a la autoridad.
El juez de audiencia, Carlos Alberto Besi, condenó hoy a Iñaki Erneta a dos años y seis meses de prisión de efectivo cumplimiento por ser autor de los delitos de robo simple en grado de tentativa, amenazas simples y resistencia a la autoridad, encubrimiento y robo simple, todo en concurso real entre sí y en tres legajos diferentes (artículos 164, 42, 149 bis, primer párrafo, primer supuesto, 239 y 277 inciso 1° apartado c), del Código Penal), en calidad de autor.
Además le unificó esa sanción con otra impuesta el 12 de diciembre de 2014 en una pena única a dos años y seis meses de prisión, y dispuso que una vez que el fallo quede firme sea detenido inmediatamente.
La condena anterior también había sido a dos años y seis meses, aunque en suspenso, por los delitos de lesiones graves, encubrimiento por receptación dolosa, daño simple y lesiones leves agravadas y amenazas simples contra su ex pareja.
La resolución de Besi fue a raíz de un pedido de juicio abreviado presentado por la fiscala María Cecilia Martiní, el defensor oficial Pablo Maldini y el propio imputado, un oficial de pintura y peluquero de 26 años, que registra antecedentes penales, y que admitió su culpabilidad. En los abreviados, el Código Procesal Penal le impide al juez imponer una pena superior a la requerida por el Ministerio Público Fiscal.
Uno de los hechos ocurrió el 10 de marzo del año pasado a la madrugada, cuando Erneta, junto a otra persona no identificada, intentó sustraer una batería, cortándole los cables, de un camión Dodge que estaba estacionado en Brasil y Lordi. El propietario del vehículo advirtió lo que estaba pasando y le dijo: “voy a buscar una pistola y te voy a cargar a tiros”. En ese momento llegó la policía y comenzaron a perseguir al acusado. Al ser interceptado en Victoria y San Luis, arrojó la moto y al intentar ser aprehendido forcejeó con un oficial y lo golpeó en una mano.
Ese mismo día se descubrió que Erneta tenía en su poder siete clavos ganchos, tres cortahierros, dos martillos de carpintero, tres mazas, cuatro tenazas, cuatro palas, cinco discos, cuatro baldes de albañil de plástico, tres cucharas de albañil, una plomada, una pinza, dos achuelas, una escuadra, una cartuchera, dos trinchetas, cuatro metros de madera, una llave para amoladora, una brocha, una chocla, un cepillo de acero, un destornillador y tres cintas métricas. Todos esos objetos los llevaron a la casa de su ex pareja y habían sido sustraídos de una obra en construcción, ubicada en Lordi y Autonomista, previo ejercer fuerza sobre dos candados.
En el tercer legajo –rubricado por el fiscal Carlos Ordas– quedó probado que el 18 de abril del 2015, a las 7.15, Erneta rompió un vidrio y dos candados de la reja que protegía el ingreso a una carnicería de Villa Parque, para apropiarse de un cuchillo de desposte, monedas y billetes de dos pesos (sin poderse determinar la suma exacta), un cajón de plástico, diez botellas de vino, dos de Gancia, un costeletero completo, un peceto, un lomo, una cima y una costillar de cerdo. Al ser divisado por la policía cerca de allí, en Victoria, entre San Luis y Unanue, arrojó la carne a la calle y corrió hasta su casa, donde fue detenido.