Horas después del fallecimiento de Yanina Lofvall, los escritores Alicia Partnoy y Pinky Pumilla brindaron la charla abierta sobre “Textos testimoniales: escritura, reflexión y acción” y presentaron el libro ¡Escuchá!. La crónica del periodista, artista y escritor, Silvio Tejada.
Jorge Luis Borges, «La historia no es un frígido museo;
es la trampa secreta de la que estamos hechos,
el tiempo. En el hoy están los ayeres»
“Lo importante no es lo que han hecho de nosotros
sino lo que hacemos nosotros de lo que han hecho de nosotros” – J.P.Sartre
Un minuto de silencio profundo y sentido con imágenes de Yanina Lofvall, la periodista que falleciera tras un accidente automovilístico a días de la presentación del libro !Escuchá de Alicia Partnoy, se transformó en un momento especial, el del recuerdo, el del homenaje y sin dudas la necesidad de valorizar el esfuerzo intelectual de quien desde la editorial cooperativa “7 Sellos” mentara el libro de cuentos de Partnoy.
La charla abierta sobre “Textos testimoniales: escritura, reflexión y acción” y la presentación del libro !Escuchá se realizó el pasado 24 de mayo en el salón del Consejo Superior de UNLPam con un buen marco de público. Alicia Partnoy y Juan Carlos Pinky Pumilla se ubicaron en la mesa principal y fue la música a cargo de Juani de Pian quien con su voz de nana arrulló los corazones con un sentir de profunda raíz poética.
SEA USTED POETA ALICIA, DEL PAIS DE LA MEMORIA, BIENVENIDA, fue el título del saludo especial de la APE (Asociación Pampeana de Escritorxs) quien dijo sobre el libro y la poeta: “dignísima expresión literaria que nos lleva a sumergirnos en la memoria, lugar para mirarnos en el aljibe de la vida, con sus pozos ciegos, obscuros y llenos de agonía de la última dictadura cívico militar de la cual Alicia, ha sido prisionera política, una sobreviviente de ese agujero negro, pero también, es la memoria de la poesía quien revive con la polea que va subiendo un balde azul, violeta y verde repleto de esperanza y de vida para contagiar”.
Después de Auschwitz, después de La Escuelita
El emblemático escritor y periodista Pinky Pumilla, muy emocionado, comenzó relatando y recordando una conversación que mantuvo con Yanina Lofvall al respecto de la charla y en dónde se plantearon una linea de reflexión, y expresó la valentía del sello editorial en el contexto nacional y que “sean una cooperativa tiene mucho más valor, porque ser cooperativa también ha sido una característica central de los 70, y además porque los escritores necesitan estas editoriales”. Pinky puso énfasis en saludar esta iniciativa y manifestó que “…la palabra está sometida a asedios, no la palabra esclava, sino la palabra que alberga un contenido emancipador, la palabra nuestra, y experimenta cierto deterioro, en parte por el privilegio de la imagen, pero además porque hay una planificación destinada a bastardearla, quitarle lo que tiene de bueno la palabra, su función de contenedor de la memoria y de trincheras de las ideas.
Hay una realidad que ha sido asesinada en función de un relato de esa realidad, de esa manera alguien puede decir a un desocupado que no lo es, y Durán Barba se puede dar el lujo de decirle a una señora que está hurgando en un contenedor de Barracas, de Beriso o de Villa Parque que lo suyo no es hambre, es una sensación térmica y en ese contexto que vemos…en este marco es que celebramos la presencia de Alicia y este libro, cuando estudiamos Auschwitz y su adecuación de Adorno: “escribir un poema después de Auschwitz es un acto de barbarie”.
Para que no se repita Auschwitz es necesario conocerlo en todas sus debilidades y cuando nos internamos en «La Escuelita» de Alicia Partnoy lo que vemos es que esa confabulación se abre paso, y se abre paso por senderos correctos, para que no haya más «Escuelita» está el libro de Alicia Partnoy, un libro que ha sido casi central en Bahía Blanca y los juicios a los genocidas y además es un texto literario, Nos dice que es necesario reivindicar la palabra para lograr un mayor efecto, Adorno dijo “después de Auschwitz no se puede escribir más poesía”, décadas después Gelman, el querido Gelman, dijo “después de Auschwitz no se puede escribir poesía, …como antes”.
Para finalizar, Pinky hizo una invitación pública: “me quedo con una invitación a recorrer las plazas, porque es un convite para ensamblar todas las plazas que ya visitamos y hacer un pronósticos de visitas para todas las que nos faltan visitar, …iremos a esa plazas por lo que fuimos, por lo que somos y si le hacemos caso a los poetas iremos a decir “sí” si correspondiera o a pronunciar un “no” profundo y subversivo, como sea necesario.
Con la carne de la poesía anestesiada en un paisaje de ruinas
Textos testimoniales es la llave para entender la historia fantasmagórica que se intenta transmitir y hay que acudir a Walter Benjamin para saber que “no hay una racionalidad en los hechos históricos” y son justamente los textos testimoniales quienes cuentan la historia, la pura y obscura historia.
La poeta Alicia Partnoy es doctora en Filosofía y Letras, y fue secuestrada un 12 de enero de 1977, “Me llevaron al Comando del V Cuerpo de Ejército y de allí a un campo clandestino de detención, al que los militares irónicamente denominaban La Escuelita”, testimonia Alicia en su libro “La Escuelita” que lleva el prólogo de Osvaldo Bayer.
Su tesis doctoral fue sobre los poemarios testimoniales de Argentina, Chile y Uruguay, y la construcción del discurso de la solidaridad. “Es un poco una teoría que estoy elaborando, cuando vemos textos testimoniales, sabrán que a la poesía se la deja de lado porque bueno…no puede transmitir una verdad objetiva y la poesía testimonial es como la Cenicienta de las letras, por un lado no transmite objetivamente un testimonio, pero tampoco tiene, entre comillas, esa calidad universal”.
“…En mi clasificación de textos testimoniales, está… una marcha, una manifestación, con las pancartas, el movimiento de la gente, esos son textos testimoniales. Un texto es un salón de clases, y por eso trabajo en los textos testimoniales como constructor del discurso de la solidaridad donde estamos en un plano de igualdad y construimos este plano de igualdad alrededor de las víctimas, de los sobrevivientes, de los testigos”.
Alicia Partnoy, la poeta de «La venganza de la manzana» ha brindado una honesta charla pública testimonial, una clase pública en sintonía con tantas otras clases públicas en las universidades en dónde se sigue luchando por una educación sin anestesia.
Por Silvio Tejada
Foto: Visión 7 Cooperativa Gráfica.