El concejal y pastor Evangélico, Roberto Torres, eligió el día en que se hace una huelga mundial de mujeres para que la Municipalidad de Santa Rosa declare de interés la semana de los derechos del niño por nacer.
Es conocida y respetable, como todas, su postura en relación a la despenalización del aborto, pero eso no impide concluir fácilmente que presentar sobre tablas un proyecto que estaba dormido desde hace tiempo, justo en el día de hoy, es una afrenta, una provocación al movimiento feminista.
Más aun cuando todos los concejales conocían que las organizaciones iban a usar la “banca del vecino” (¿es hora de cambiarle el nombre por vecino y vecina?) para expresar las motivaciones del PIM. Entre las demandas aparecen la igualdad de derechos económicos, sociales, equiparación en el ingreso laboral y hasta la libertad de decidir sobre sus propios cuerpos con la despenalización del aborto.
El tratamiento se dio en el medio de los cánticos a favor del aborto legal, seguro y gratuito. El fuerte reclamo dificultó la lectura del proyecto pero no impidió que por mayoría, con el voto de FrePam, UCR, PJ y Pueblo Nuevo, fuera aceptado y girado a comisión para su tratamiento.