Desde hace 3 semanas la presencia de caballos en pleno Centro Recreativo Don Tomás preocupa a las personas que salen a hacer actividades físicas o a pasar unas horas en el espejo de agua santarroseño. Esta vez, lo cuadrúpedos que se negaron a dejar el lugar, pastaron donde su presencia no está prohibida.
Broma aparte, y sabiendo que no va a faltar el que los acuse de ser un vehículo de tracción a sangre, los animales se pasean por todo el predio en busca del alimento.
El mismo día que Plan B tomó la foto, uno de los caballos, que se encontraba en el caudro donde habitualmente hacen parapente, cruzó a toda velocidad la cinta asfáltica y le pasó a pocos metros a un caminante que iba escuchando música con auriculares y no se percató el movimiento del animal.
El 10 de diciembre pasado, luego de recibir varias quejas de deportistas y paseantes, Plan B dio cuenta de la presencia de los animales en la Laguna Don Tomás.
En principio, los caballos deben estar en campos alejados del radio urbano o en el de sus propietarios. Y aquellos que se usan como transporte, lo hacen por el medio de la calle, controlados por el jinete o el carrero.
Algunos los consideran inofensivos, otros temen que cuando emprenden su cabalgata, produzcan algún accidente o dañen a alguna persona. A las y los lectores nos debemos: queda planteada la inquietud a las autoridades municipales.