Plan B Noticias reproduce en la sección Libertad de Expresión la nota enviada a esta redacción por el periodista Gastón Lang
La carta del conductor del programa “El operador” que se emite de lunes a viernes de 13.30 a 15 por LU 100, AM 1040, dice:
Sabemos que el Papa argento, es populacho… sabemos que detrás de esa máscara de defender pobres y vulnerables, hay un permanente intento de «jugar» políticamente en los cerebros de sus fieles.
Pero que ahora, salga con que ¿¿¿el «demonio» solo está en la derecha, en el capitalismo, en la globalización??? – me parece que se le fue la mano…
«El mal», está en todos lados, no tenés que ser ni de derecha ni de izquierda para ser un hijo de puta… y sino miremos acá cerquita, cuando «seres de luz» de nuestra izquierda populista, le piden sexo a mujeres a cambio de un plan, o cuando se quedan $1000 de los $5000 que cobra un pobre tipo, o cuando los obligan a subir a un micro para ir a una marcha porque están en la «lista de los planes», o cuando encubren violadores, estafadores, apretadores, extorsionadores dentro de las organizaciones que se autodenominan populares.
El mal existe, para que triunfe el bien, no pasa siempre… es cierto, pero así funciona… el mal está dentro nuestro, y debemos calmarlo y contenerlo todos los días, para que no aflore.
La religión en general, pero más la católica está perdiendo fieles, por cosas como esta, un «referente» socio-político que arma su discurso en base a lo que «la manada» necesita escucha, defendiendo delincuentes de todo tipo, solo porque piensan como él, o mejor dicho, por él piensa como los delincuentes que defiende.
Te la van a querer vender cambiada, «que defiende a los pobres», «que trabaja por la paz», «que está del lado correcto», claro, te van a decir eso, porque probablemente, los que dicen eso, no puedan controlar el mal que llevan dentro.
El fundamentalismo de Francisco lo alejó de lo más importante, su fe… entendió cuál es el negocio, donde está el poder real, y hacia allá fue, dejó de lado su fe, abandonó lo más importante que tenía, para pelear una batalla que ya perdió, porque propios y ajenos, le perdieron el respeto al emblema mundial que era «UN PAPA», Francisco no es más que un operador político caro, que gobierna el Vaticano…
Ah, y cuando quieran hablamos del Vaticano, ¿cuánto cambio? ¿Qué cambio? ¿Erradicó la corrupción de ese país?, pero no va a ser hoy.
Las sectas son peligrosas, siempre, estén legalizadas o no…
Gastón Lang