La presidenta de la Asociación de Abogados Laboralistas, Cyinthia Benzion afirmó que 2020 “fue tremendo para los trabajadores, perdieron todos. Los empresarios siguen ganando incluso en la pandemia”
La primera mujer en presidir la AAL afirmó que “durante el macrismo hubo una embestida feroz contra el mundo del trabajo. Caímos en la volteada como manera indirecta de pegarle a los trabajadores”, dijo sobre los y las abogadas laboralistas.
Sobre la suerte de las y los trabajadores en 202 aseveró que “fue tremendo para los trabajadores, perdieron todos. Los empresarios siguen ganando incluso en la pandemia. El 14 bis de la Constitución no se cumple y hay víctimas que cada vez están más excluidas. La lógica es estar permanentemente negociando. Prohíben los despidos pero disminuyen salarios. Te permiten no ir a trabajar pero tenés que teletrabajar sin protección. El poder, que hoy está en manos del PJ y mañana puede estar en otras, no ataca el corazón del problema y nos sigue llevando por caminos donde siempre ganan y pierden los mismos”.
A pesar del decreto que prohibió despidos, Benzion indicó que “tenemos un desempleo estructural y altos índices de trabajo no registrado. Ningún gobierno logró revertir esa situación. No alcanza con poner más inspectores. Tampoco con flexibilizar el mercado laboral. No creo que este gobierno piense eso pero, para una solución real, no alcanza con poner un impuesto a las grandes fortunas por única vez”.
“Hay un rumbo político que históricamente han tenido los diferentes gobiernos. Los supuestos ‘equilibrios necesarios’ entre las patronales y el sector sindical donde muchas cosas se arreglan emparchando. Dan la plata de las obras sociales a cambio de tal o cual normativa. Siempre navegamos en una zona sinuosa entre que no se vayan las empresas y que no se enojen los sindicatos, sin un proyecto de país basado en una justicia distributiva”, lamentó en una entrevista con Tiempo Argentino.
Sindicatos
Sobre el papel de las centrales sindicales dijo que “no tuvimos una posición única acerca de si había o no que reducir salarios, si significaba que la crisis la pagaran los que menos tienen y si era la única medida posible. Nos manifestamos diciendo que la interpretación correcta que había que darle a las normas de emergencia era la más protectoria. Pusimos el grito en el cielo cuando supimos que el grupo Clarín había recibido ATP y no había una política de ver a qué empresa se le daba ayuda”.