La propuesta fue discutida en la reunión que el Consejo Directivo de la Cámara de la Mediana Empresa (CAME) desarrolló este jueves en Santa Rosa, pero que ya forma parte de un proyecto que viene trabajando con otras entidades empresarias y que será presentado en los próximos meses en el Congreso.
La CAME trabaja en un proyecto de reforma laboral e impositiva, que reduzca lo que denominan la «industria del juicio» y reestructure el sistema de aportes patronales. Además reclama “estabilidad macroeconómica” pero también “política”, y señala las culpas de la inflación al grupo reducido de grandes actores de la economía del país que controlan el mercado.
Estos planteos formaron parte del debate que ocurrió en la sesión del Consejo Directivo de CAME, que se desarrolló este jueves en Santa Rosa en el Medasur, donde participaron alrededor de 100 representantes de distintas cámaras y empresas de la provincia y el país, y cuya apertura contó con la presencia del vicegobernador, Mariano Fernández, y el intendente Luciano di Nápoli.
Al respecto, Alfredo González, presidente de la CAME, aseguró a Plan B Noticias que lo que plantean es “una adecuación y no reforma laboral porque implica una adecuación a los nuevos formatos laborales que existen y que no son contenidos en las leyes vigentes”.
El titular de la entidad que aglutina a más de 1.200 PyMes de todo el país, explicó que esto es “no solo para la seguridad de los trabajadores, sino para que generar un puesto laboral no sea una carga, porque hoy existen dificultades son los juicios laborales que llevan a las quiebras de las empresas”.
En lo referido al aspecto impositivo, el titular de CAME detalló que “hoy cuesta entre 42 y 45% mantener un colaborador, es decir, cada dos empleados, uno va al Estado” por lo que consideró que “se debe trabajar en la reestructuración de lo que son los aportes patronales”.
Además planteó que existe “un alto nivel de informalidad, tanto en lo laboral como en lo comercial” y que ese sector de comerciantes “debe ser integrado a la base de esos que pagamos impuestos” para que exista menos presión tributaria hacia las PyMes, “cada vez somos menos los que pagamos y más los que no pagan, y eso hace que la presión tributaria sea mucho más fuerte a los que estamos legalmente establecidos”.
PB: ¿Eso implica crear un fondo para que al ser despedido un trabajador no afecte el patrimonio de la empresa?
-Gonzalez: Puede llegar a darse ese formato, como el del sector de la construcción, el de la mochila puede ser también, fue bien vendido pero no fue acertado haberlo presentado durante un año de elecciones. Pero el formato de la construcción es interesante, nosotros estamos trabajando en algo parecido, con una seguridad de algún fideicomiso u otra alternativa, estamos trabajando con otras entidades empresarias y cuando tengamos más avanzado el proyecto seguramente lo vamos a dar a conocer.
Algo parecido había intentado implementar el ex ministro de la Producción y Trabajo del macrismo, Jorge Triaca, un Fondo de Garantía para despidos, que en los hechos apuntaba a disminuir los costos indemnizatorios, y que en ese momento había sido apoyada por CAME.
De todos modos, el titular de CAME aclaró que las reformas “son sin sacar derechos adquiridos”, que lo que se busca es «generar una legislación hacia adelante” y que se está trabajando con los gremios.
Para la entidad es “fundamental” que para que haya más y mejores trabajos “hace falta una mejoría en la macroeconomía” y esa responsabilidad está puesta “en el poder político y los grandes actores de la economía”.
“Nosotros acompañamos las políticas activas en beneficio de todos los sectores, pero al beneficiar al sector empresario PyMe automáticamente beneficia al trabajador. Porque el 75% de lo que produce el sector, que es el 99% de las empresas argentinas, es consumido por los trabajadores, y si nuestros trabajadores tienen un mejor salario consumen de una mejor manera”, sostuvieron.
De acuerdo a los números de CAME, de ese porcentaje, solo el 0,4% son empresas de más de 200 empleados, menos de 200 empleados son el 11,8%, y un 4% de 50 a 10 empleados. El resto está dentro del rango de de 1 a 10 empleados.
Pese a haber respaldado el acuerdo con el FMI, reconoció que “hoy no solo los consumidores no tienen previsibilidad, tampoco lo tenemos las PyMe” y apuntó a las maniobras de los grandes actores de la economía que “no solo cambian el precio sino que además no entregan los insumos”.
PB: ¿Qué balance hacen de las políticas de este gobierno hacia el sector?
-González: Entramos en marzo de 2020 con 22 meses anteriores de bajas en venta, por eso la mortandad de PyMes que se dio en 2020 a raíz de la pandemia y todavía no se ha logrado recuperar eso. De todas formas vemos una reactivación económica en todos los sectores, hay un acompañamiento distinto, hay tasas subsidiadas mucho más accesibles para las PyMes, pero ese crecimiento con esta inflación va a hacer que no tengamos desarrollo y va a dejar de ser perdurable, y vamos a cerrar nuevamente. Cerraron casi 22 mil empresas en lo que va de 2018 a finales de 2012 y eso no se reactivó.
La CAME aglutina a más de 1.200 PyMes de distintos sectores distribuidas de una punta a la otra del país.
Estabilidad macroeconómica y política
González coincidió con los números del gobierno que indican una mejoría en el crecimiento de los puestos de trabajo, aunque remarcó que “hay menos empresas”. Frente a esto reiteró que es necesario “estabilidad para que se generen inversiones, compra de nueva maquinaria, nuevos establecimientos, que van a generar mano de obra”.
La CAME pidió además que haya “estabilidad política” además de una estabilidad macroeconómica porque “esta situación complica todo y a los grandes jugadores les permite seguir haciendo el juego de mover el mercado y generando inestabilidad”.
“El Congreso todavía no funciona a pleno y estamos a mitad de año. Nosotros no cerramos los negocios, abrimos todos los días. Necesitamos que comiencen a darse allí los debates que necesitamos, y dejen de debatir en un set de televisión”, recriminó.
“Nosotros trabajamos en conjunto con el Gobierno pero cuando charlan sobre macroeconomía a la CAME no la llaman, y está bien porque no influimos ahí, somos víctimas. El presidente se sienta con las grandes empresas, y esos son los que tienen que colaborar con el país para que no pasemos por esto. Y el arco político debe dar tranquilidad para que haya tranquilidad macroeconómica sino siempre vamos a estar jugando a quien es el más vivo”, concluyó el presidente de CAME.