El viernes 13 de mayo un joven golpeó con sus puños, a patadas y con un palo, a por lo menos tres personas. Le dictaron restricción de acercamiento, pero vive enfrente de una de las personas que agredió.
El viernes pasado, cerca de las 18 horas, un adolescente de 15 años circulaba en bicicleta por la vereda en el barrio Nelson Mandela, chocó una moto estacionada y la tiró al piso.
Ante ese incidente vecinal menor, el joven dueño del vehículo, salió enfurecido y comenzó a golpear al adolescente. Luego, violentó a las personas que intervinieron para que dejara de pegarle. Actuó la seccional Primera, estuvo detenido 24 horas y le dictaron una restricción de acercamiento de 200 metros respecto de las personas agredidas, que viven enfrente de su casa.
Una de las víctimas contó a Plan B que todo ocurrió en la calle María del Carmen Campos al 1.800, entre Sergio López y Corona Martínez.
“A mi hermano de 15 años se le atora el pie en el rayo porque no tenía para frenar, y ahí es cuando se va directo a la moto, cuando la quiere agarrar, la bici choca la moto y se cae. En ese momento, Juan Manuel Campos comienza a insultarlo y a pegarle”, contó Daiana.
“Mi hermano le decía que esperara, que me iba a llamar a mí y que si había algún daño, se lo íbamos a pagar. A la moto no se le rompió nada, pero este muchacho estaba muy violento. Estaba mirando una película con mi nene, cuando mi hermano entra llorando, asustado, diciendo que fue sin querer. Le pregunto qué pasó y en ese momento me llama mi vecina para decirme que había una persona que había visto todo”, añadió.
“ A mi hermano, Campos le pegó en las piernas con un palo y dos veces con el casco de la moto en la cabeza. Cuando eso ocurría, se mete una vecina y un vecino y logran sacarlo a mi hermano. Yo salgo y le dijo que iba a llamar a la policía, y la madre de Campos, desde la reja para adentro de su casa, empezó a insultarme, a gritarme”.
“Cuando estoy llamando a la policía quedó la puerta abierta y veo que la mujer se viene con un caño de gas en la mano. Mi hermano se mete al medio para que no nos pegue, empezamos a discutir y a forcejear, voy a buscar algo para defendernos, y en ese momento le pega con el caño en el ojo”, indicó..
“También le pega a una vecina amiga de mi hermano, menor de edad, que lo salió a defender. Cuando voy a salir otra vez, veo que estaban peleando con la mamá de la amiguita de mi hermano. Vuelvo con una pala en la mano para tratar de defendernos, pero el hombre este estaba escondido esperándome, me agarra de la pala y me arrastra hasta la calle. Él me zamarreaba por la calle, levantaba la pala y la bajaba, pegaba patadas, hasta que llega un vecino de la esquina y se mete a defenderme”, relató.
“El vecino le pega para que me suelte, y ahí puedo llamar a mi hermana, que vive conmigo, pero estaba trabajando. En ese momento veo cómo le pega una patada a la mamá de la chica, y le mete una piña en la cara. Ahí se mete otro vecino y Campo se esconde en la casa”, agrega Daiana.
“La mamá de Campo muestra una cuchilla, se empiezan a insultar y decir un montón de cosas. La mujer de este hombre que salió a defendernos, empieza a discutir con Campo, y en un momento Campo sale y le pega con un fierro en las piernas. Ahí le tiran la moto, sigue la pelea, y finalmente viene la policía”, resalta.
Temor
Las personas agredidas temen que una nueva embestida. “El pibe estuvo un día demorado, tiene una restricción de acercamiento de 200 metros, pero vive enfrente. Supuestamente, él tiene otra dirección. La policía no corroboró si esa es la dirección o vive en la otra casa y nosotras quedamos a su merced”.
“Cuando fui a hablar con la fiscala Martini, no me atendió porque estaba ocupada y otra persona de fiscalía me dijo que lo más urgente era la restricción. Le pregunté por qué lo soltaron, si ellos saben que tiene antecedentes por pegarles a tres mujeres y a dos menores de edad, a lo que me dicen que es lo único que podían hacer”, lamentó.
Por último, Daiana dijo que el hermano del agresor “amenazó con hacerle algo a mi hermano, que lo va a agarrar en la calle y a nosotras nos da miedo que lo vuelvan a atacar. En mi casa vivo con mis tres hijos, mi hermano que está a mi cargo, mi hermana con sus dos hijos y ahora vino el marido para acompañarnos”.