A través de una comunicado, las trabajadoras del área de Cultura y Educación de la Municipalidad de Santa Rosa, expresaron su solidaridad y acompañamiento a sus compañeros del área de Género y Diversidad, quienes se encuentran en conflicto desde el año pasado con las autoridades municipales por reclamar mejores condiciones laborales y edilicias en el área.
Las trabajadoras de Cultura y Educación se solidarizaron con las trabajadoras del área de Género y Diversidad, y repudiaron la persecución por parte de la actual gestión.
«Siendo parte de la planta de trabajadoras municipales entendemos las necesidades que originan los reclamos, por recursos y condiciones edilicias, para llevar adelante tareas y funciones. También sabemos lo importante que es hacer visible las violencias que se generan en las estructuras institucionales y que se recrudecen en situaciones como éstas», manifestaron.
En el mismo, repudiaron «las prácticas de amedrentamiento y destrato que vienen sufriendo por parte de la gestión municipal, que dilata la posibilidad de encontrar una solución a través del diálogo y al mismo tiempo, nos parece inaceptable la persecusión sindical y los discursos de las patronales, que lo único que pretenden es producir y reproducir un estereotipo de empleados y empleadas municipales «vagos y ñoquis», estigmatizando las medidas de fuerza que forman parte del ejercicio democrático de la ciudadanía y la herramienta que ha posibilitado históricamente la conquista de los derechos laborales».
Subrayaron además que «no es la primera vez que los discursos de campaña se contradicen con el trabajo posterior de las gestiones, pero en esta oportunidad, tras haber pasado cuatro gobiernos diferentes desde la creación del área y entendiendo la dinámica de los procesos culturales, nos parece necesario reflexionar y exhortar sobre como es posible que un área que aborda temas de sensibilidad -como lo son las violencias y desigualdades hacia las mujeres y las disidencias- pueda llevar a cabo su tarea, cuando hacia el interior, vulnera, precariza y persigue a sus trabajadoras».
«Sabemos que hacer públicos los reclamos es la última instancia de un largo proceso en búsqueda de soluciones, y es por eso que valoramos el sostenimiento de las medidas de fuerza, sin rendirse y apostando a la lucha colectiva, entendiendo que lo que se mejora como espacio de trabajo es nada más y nada menos que la garantía en el acceso de derechos para la comunidad y las minorías más postergadas y vulneradas», señala el documento que lleva las firmas de las trabajadoras del área municipal de Cultura y Educación.