Por Fundación Chadileuvú
El oeste pampeano siempre ha estado y estará muy cerca en el corazón de la FUCHAD. Esta fue la causa de la travesía que emprendimos de casi 1.500 kilómetros por los caminos de nuestro Oeste, desde El Carancho y llegando al río Colorado, recorriendo el río Chadileuvú-CuraCó desde la localidad de Limay Mahuída hasta la desembocadura en el río Colorado en Pichi Mahuída, visitando las localidades de Chacharramendi, La Reforma, Limay Mahuida y Puelches, sumando a Casa de Piedra y Gobernador Duval -obser- vando su potencial productivo bajo riego y turístico- más el regreso por la zona de Pichi Mahuida y Cuchillo Có. Recorrimos pueblos y puestos, siguiendo en buena medida el cauce hoy extinto del río Chadileuvú. Fueron seis días muy intensos con temperaturas que alcanzaban los 40ºC durante el día y sentimos en nuestras gargantas similar ardor y la misma sed que sienten los esforzados pobladores de nuestro Oeste; difícil de concebir tanta resistencia para aquellos que nunca han recorrido el árido paisaje.
Puestos abandonados y otros donde sus pobladores hacen lo indecible para alimentar y abrevar sus animales porque aparte de la dificultad que implica sobrellevar un clima adverso, en el oeste falta el agua, tanto para el consumo humano como para el ganado ya que el agua del subsuelo es salobre, con cantidades excesivas de flúor, arsénico, sulfatos y magnesio y el Chadileuvú que en una época corría hasta ser caudaloso -y que a pesar de su contenido salino permitía el consumo para animales- hoy no tiene escorrentía y muchos de los productores que resisten la adversidad deben pagar el agua que transportan en camiones tanques desde El Carancho, con recorridos superiores a los 100 kilómetros y a un costo que reduce significativamente sus posibilidades productivas.
Volvemos a afirmar: El oeste sufre de sed. Esta es la mayor vivencia y la conclusión más importante que nos ha dejado a los viajeros de la FUCHAD los caminos que hemos recorrido y la gente que hemos entrevistado: intendentes, presidentes de Comisiones de Fomento, puesteros y sacrificados pobladores de los puestos y pueblos visitados. En el otro extremo, pudimos observar en Casa de Piedra y en Gobernador Duval lo que puede el agua cuando está disponible y se la utiliza racionalmente.
Al regresar de nuestro viaje nos enteramos por los medios de prensa que el Gobierno Provincial iniciará un estudio del acuífero del Meauco con el objetivo de construir un acueducto que provea agua a localidades del Oeste que padecen agudamente su falta -hecho que la FUCHAD considera una iniciativa muy positiva-. Aunque la Fundación ha hecho público en reuniones llevadas a cabo en su sede de un proyecto más amplio con la posibilidad de utilizar también el manantial de Puelén con un acueducto paralelo al existente (que ya ha iniciado un período de obsolesencia). En cuanto a llevar agua del Meauco hasta Santa Isabel y Algarrobo del Aguila, sería en esta instancia hasta la zona de Paso de los Algarrobos, ya que por el convenio firmado (1992) con Mendoza se trae agua de Punta del Agua (Mdz) mediante un acueducto que es necesario renovar, readecuar y controlar más convenientemente.
Sobre este Proyecto global de Acueductos del Oeste, la Fundación Chadileuvú ofrece la propuesta estudiada y consensuada con los pobladores oesteños, para ser incluída en la política hídrica del Estado pampeano.