Desde el Movimiento Popular Pampeano por los Derechos Humanos y Querellas de los Juicios de la Subzona 14, despiden con “profundo pesar al Compañero Jorge Irazusta, extraordinario Médico, pilar en la Creación del Servicio Provincial de Salud de nuestra Provincia, motivo por el cual fue víctima de persecución, cárcel y el exilio obligado en Canadá junto a su compañera y sus pequeños hijos”.
El médico sanitarista, víctima de la represión ilegal durante la última dictadura en La Pampa, falleció ayer en Canadá, donde vivía luego de su exilio antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
Destacaron que a pesar del dolor, de ser perseguido y exiliado: “pudo reconstruirse, desarrollarse, sin perder ni el amor a sus orígenes, ni su profundo compromiso con lo social, y sobre todo, su lucha por la Memoria y la Justicia, motivo por lo cual, vino a dar su valiosísimo testimonio en el marco del Juicio en el año 2018, y nos acompañó en forma remota, en todas las jornadas del Juicio Subzona 1.4 III”.
Murió el médico Jorge Irazusta, víctima y exiliado de la dictadura
Para recordarlo, insertaron “algunos de los múltiples conceptos y reflexiones que nos dejara para resumir cual fue el espíritu de su paso por nuestra provincia”.
Estos son los conceptos que decía:
El Servicio Provincial De Salud fue creado con la idea de brindar servicios médicos de calidad y mejorar el acceso a los mismos a toda la población de la provincia, en particular a aquellos que estaban en condiciones de desventaja (por razones económicas e/o históricas) y por ende vulnerables.
La idea de que la gestión del sistema fuera en forma autárquica y gestionada a nivel zonal y con un ente central, como un intento de disminuir la intromisión de políticas partidarias en las decisiones de puro carácter técnico.
El Servicio Provincial de Salud trajo varias modificaciones a la Provincia:
En primer lugar, un ordenamiento del sistema de atención medico hospitalaria.
Separando lo Publico de lo Privado.
Interviniendo fuertemente en lo referente a la mejora de servicios Públicos de atención medico hospitalaria.
Brindando servicios que nunca antes había, por ende, incrementando la calidad de la oferta de servicios y la disminución de traslados fuera de la Provincia para el tratamiento de condiciones que anteriormente no tenían posibilidad de tratamiento sea por su complejidad o la inexistencia de especialidades a nivel provincial.
Instalando la idea de equidad en la atención medica ei. que nadie respectivamente de su condición económica no tuviera acceso a los servicios que se ofrecían.
Y como condición de dignidad se erradicó la concepción del “certificado de Indigencia” como pre requisito de acceso a los servicios de atención medica en el sector Publico.
Que el Estado re definió y concreto la separación entre lo Público y lo Privado, cosa que hasta entonces era un área gris difícil de separar.
Y finalmente y lo más importante, que el Estado resumió su rol como garante del derecho del acceso a la Salud para todos y cada uno de los habitantes de la Provincia, sin restricciones respecto a su condición social.
Las razones que llevaron a que se desmantelará el Servicio Provincial de Salud, está en las bases del concepto de modelo económico imperante en esos años – y aún vigente -, que concibe como un error (horror) y garantía de “mala gestión” esto del estado como gestor de empresa. Por ende, prima que el concepto del estado como gestor de empresa es un anatema.
Lo propuesto por el Servicio Provincial de Salud, si bien beneficiaba a la población en general, entraba directamente en conflicto con los intereses de los emprendimientos de la “empresa de atención medica” en ese entonces manejada por los Sanatorios y representada por el Colegio Médico de La Pampa.
Los conflictos con el cuerpo médico colegiado fueron varios:
– Primero y creo principal, fue el alejar al Colegio Médico de la administración de las políticas de salud en la provincia, particularmente en lo referente al funcionamiento hospitalario.
– Segundo y en un plano más ideológico estaba el desafío a la máxima de que lo “privado” es lo mejor. Esto quedó en claro desde el comienzo de la implementación del SPS, con la prestación de servicios y especialidades que los sanatorios privados nunca ofrecieron en la provincia y para su prestación dependían de servicios / especialistas fuera de la provincia.
– Tercera amenaza fue de que en el cercano futuro este nuevo jugador – el SPS- comenzara a competir en el mercado de la atención médica de las obras sociales, y por lo tanto una amenaza al monopolio de los Sanatorios Privados en la provisión de servicios médicos a este sector como era lo corriente hasta ese momento.
– Cuarto el obvio cambio de paradigma con la introducción del régimen de dedicación exclusiva que excluyó del Hospital Público a los prestadores de servicios médicos privados, lo que demarcó un claro límite entre el sistema privado y el público, eliminó muchas áreas grises (uso de la unidad de cuidados intensivos, por ejemplo, accesible en la que entonces, sólo en el Hospital Público).
– Quinto y desde un punto de vista político, esto de que el estado asumiera el rol de ejecutor eficaz, era contrario a los lineamientos ideológicos de muchos, por consiguiente, hubo sectores fuera de los estamentos médicos que no veían con buenos ojos al SPS.
Con la puesta en marcha del SPS arreció la oposición al mismo. La campaña de rumores y solicitadas aumento en magnitud y saña.
En los hospitales se instaló un clima de incertidumbre, dado a las constantes negativas por parte de la intervención de dialogar con los médicos y trabas puestas a gestiones iniciadas antes de la intervención.
En la madrugada del 13 de noviembre de 1975, empezaron las detenciones/ secuestros por parte del ejército, principalmente de personas vinculadas a el SPS y la Universidad Nacional de La Pampa. En la madrugada de ese mismo día, yo, junto con muchos otros, fuimos detenidos y alojados en la Unidad Penal. En diciembre 23 de 1975 y tras un sumario “por no presentarme a mis funciones” fui cesanteado de mis funciones. Cosa que quedo finalmente “legalizada” por el Decreto 1.335/76 – 31 de agosto de 1976 cuando todavía estaba, de acuerdo a los archivos de la DIPBA bajo el PEN! … En pocas palabras quedo en claro que la intención de la intervención del SPS era el desmantelar o por lo menos frenar el funcionamiento del SPS.
El SPS siguió a pesar de esto funcionando hasta el golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976. Con la intervención militar de la provincia el SPS fue finalmente disuelto.
Como siguió la historia…
El exilio me llevo a otra tierra, lugar que ni el más recalcitrante miembro del pensamiento de la derecha se atrevería a catalogar de “Comunista o socialista ni menos tercermundista”, Canadá. Allí no solo tuve la suerte de re emprender mi profesión, sino de ejercer dentro de un sistema que se acerca mucho a lo que soñábamos con el SPS. Atención a todos, bajo la cobertura del estado. Un solo sistema que atiende a todos equitativamente, sin distinción de clase o condición social. En Canadá, no solo ejercí la profesión, sino que también me tocó estar del otro lado, como paciente. De paciente pasé por la sala común, por la de cuidados intensivos, por los servicios de rehabilitación, se hicieron muchos exámenes diagnósticos, etc., nunca la condición económica (si puedo pagar o tengo seguro etc) fue motivo trabas en el acceso, ni lo es en estos días donde dada mi condición, continúo usando servicios tanto de atención médica como de diagnóstico o tratamiento. Lo mismo corre para todos.
A pesar de la aspereza del exilio, Canadá me permitió seguir con lo que me mueve, cursé una Maestría en Ciencias de la Salud, en el Área de Administración en la Universidad de Toronto y tuve el privilegio de tener por director de mi tesis a Robert Evans uno de los lideres en el campo de Economía de Salud. Complete mi residencia en Medicina Familiar.
Pude y tuve tiempo y recursos para pensar en eso que comenzó en abril de 1974, y que fue desmantelado en marzo de 1976, pero siguió y aún sigue dando vueltas en mi pensamiento y en de muchos otros.
Leo que la situación de la pandemia en Argentina, ha puesto sobre la mesa – así como en muchos otros lugares del mundo, la importancia de un sistema de salud integrado.
Finalmente expresaron que “Jorge Irazusta nos deja como legado su amor a la medicina, y por sobre todo su amor al prójimo”.
“En el segundo Juicio, las querellas solicitamos entre otras medidas de reparación, que se rectificaran los legajos de las víctimas cesanteadas, y que el Colegio Médico publicara una solicitada a modo de acto en desagravio para los médicos que fueron víctimas. Ninguna de las dos medidas fueron cumplidas, nos duele que Jorge haya partido sin ver un poco de Justicia para él y sus compañeros. Es nuestro deber, seguir insistiendo hasta conseguirlo, y será una forma de honrar su memoria. Hasta siempre querido compañero!”, concluyeron.